La Inteligencia Artificial es un tema cada vez más interesante o preocupante (según cómo se quiera ver). Sin irnos muy lejos, España tiene la primera inteligencia artificial de la lengua española y el gobierno dedica parte de su gestión administrativa al desarrollo de la Estrategia Nacional para la Inteligencia Artificial, la creación de la cátedra de Inteligencia Artificial y Democracia o la constitución del Consejo Asesor de Inteligencia Artificial, entre otros. Hacemos un análisis de la IA, en el que nos preguntamos cuál es su papel en nuestras vidas ¿aliada o enemiga?
Para muchos fue alentador saber que España no se quedó atrás en la carrera de la Inteligencia Artificial y que, desde septiembre de 2022, MarIA, el primer sistema masivo de Inteligencia Artificial de la lengua española, es capaz de generar sus propios textos y resumir otros ya existentes. Hablamos de un proyecto desarrollado a partir de los archivos web de la Biblioteca Nacional de España (BNE), en el marco del Plan de Tecnologías del Lenguaje.
A muchos otros les asusta pensar en el alcance que pueden tener noticias como estas, relacionadas con la alerta en las universidades ante las tecnologías de la Inteligencia Artificial:
El debate de la Inteligencia Artificial
Hoy en día ya a pocos les interesan los debates presidenciales, lo que sí interesa a cada vez más personas, en España y en el mundo entero, es el análisis de la Inteligencia Artificial; entender cuál puede ser realmente su alcance y hasta qué punto nos beneficia o nos perjudica.
Los detractores argumentan su enfoque en estos cambios en los parámetros de educación formal o en el riesgo del desarrollo de tecnologías como Midjourney / Jasper para el mercado laboral de profesionales de diversas áreas.
Por su parte, quienes pudiesen ser calificados en medio del debate como los más optimistas (nosotros diríamos los más analíticos) ven el desarrollo de la Inteligencia Artificial como aliado en la optimización de tareas más operativas y factor clave en la generación de nuevas especializaciones, que nutrirán la demanda del mercado laboral.
¿Es cierto que el avance de Inteligencia Artificial eliminará puestos de trabajo?…Sí, hablamos sobre todo de los más operativos y de menor cualificación. Pero, ¿qué avance del tiempo no ha dejado atrás trabajos? Si no, preguntémosle a los lecheros, los operadores de centralitas o los muchos trabajos que van quedando en desuso con el paso de las épocas.
El enfoque del análisis es la transformación
Más que de riesgos y de beneficios, hablemos en los términos adecuados acerca de la realidad de la inteligencia artificial en España y el mundo, empezando por el central, que es la transformación.
La apertura de las tecnologías de IA a los usos cotidianos conlleva a una transformación de las bases formales de educación y de mercados laborales; quizás la más significativa del mundo que conocemos, al menos en los últimos dos siglos.
¿Estamos realmente abiertos a una nueva visión del mundo laboral? Para acercarnos lo más posible a esta apertura, debemos empezar por las bases del mismo individuo como ser social; no basta con enfocarnos en la transformación de los sistemas de educación formal que conocemos, debemos ir aún más allá.
A la educación de principios del individuo, que empieza en el seno de una familia, le debemos sumar el uso moral de la Inteligencia Artificial. Que desde niños sepamos aprovechar los beneficios de la tecnología, no para evitar tareas de aprendizaje, sino para facilitar la parte más mecánica de estas labores y propiciar el desarrollo de nuestra capacidad analítica, que nos permita resolver situaciones con herramientas realmente únicas.
¿Recordad cuando hablamos de los trabajadores del conocimiento como base de la efectividad?
Ya no nos cabe duda que el cambio de paradigmas de la Inteligencia Artificial implica la introducción de nuevos conceptos y adaptación a un trabajo aún más intuitivo o natural, con sistemas capaces de tomar decisiones propias en base al aprendizaje.
A los más temerosos les tomará un tiempo salir del rechazo y la parálisis ante la realidad de la Inteligencia Artificial, pero eventualmente tendrán que integrarse a ella.
Lo cierto es que, lejos de adular o de oponernos, lo mejor será abrirnos a la transformación; entender que las inteligencias artificiales (además de ser creaciones de nosotros mismos) nos ofrecen la gran oportunidad de hacer las cosas de otra manera, sobre las bases de lo aprendido; de ser mucho más eficaces y trabajar en el mayor potencial del cerebro humano: su capacidad analítica.
Así como hay quienes roban y quienes no, siempre habrá el que crea que esquivando conocimientos o labores intelectuales llegará más lejos que otros; aquel que pretende hablar como especialista utilizando la voz del impostor. Pero también siempre habrá el que aprovecha la rapidez en la obtención de conocimientos y la optimización de tareas mecánicas, para crecer y desarrollarse en áreas insospechadas, desde los pies de la integridad.
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