Las 3E de los negocios (eficacia, eficiencia y efectividad) son empleadas en el ámbito empresarial para garantizar una gestión adecuada que alcance los objetivos marcados. De las 3, la más deseada es la efectividad, porque significa que se han conseguido las metas de la mejor manera posible, minimizando al máximo los recursos. Es en esto en lo que se enfocan ¨los trabajadores del conocimiento¨.
En Karpay, más que como términos relacionados entre sí, preferimos ver las 3E como engranajes de un proceso sostenible, bases de las relaciones a largo plazo con nuestros clientes, y hoy compartimos con vosotros algunas reflexiones claves para vuestra búsqueda constante de la efectividad:
Nos ha llamado la atención una cita de un artículo de Forbes México, dedicado al análisis que Peter Drucker, considerado el padre de la administración moderna, realiza a lo largo de su obra acerca de las distinciones fundamentales entre eficacia, eficiencia y efectividad..Y queremos empezar por ello:
¨(…) en el ámbito administrativo, directivo y gerencial, los individuos y las empresas buscan maneras de ser eficaces y eficientes, pero se puede ser eficaz sin ser eficiente o viceversa¨.
Lo que definitivamente no se puede es ser efectivo sin antes ser eficaz y eficiente. Para entender lo que a simple vista parece un trabalenguas, debemos profundizar en el concepto de ¨trabajadores del conocimiento¨.
¿Qué significa ¨trabajadores del conocimiento¨ y por qué es la clave de la efectividad?
¨Trabajadores del conocimiento¨ es un concepto acuñado por Drucker en 1959 y hace referencia a los trabajadores capaces de generar ideas. Su principal valor para la empresa: trabajar con la mente, analizar, pensar en soluciones innovadoras y definir estrategias. El experto en gestión, ya desde aquel entonces, hablaba de personas que no solo siguieran órdenes, sino que pusieran su mente al servicio de la compañía.
63 años después, en un mundo globalizado que clama por la sostenibilidad de las relaciones a largo plazo, este concepto está más vigente que nunca: no hay mayor contribución de un gerente para con su empresa que su capacidad de mejorar la productividad de los trabajadores del conocimiento.
“No tiene sentido contratar personas inteligentes para decirles qué tienen que hacer; contratamos personas inteligentes para que nos digan qué hacer” – Steve Jobs.
La productividad de aquellas personas que analizan y definen estrategias efectivas suele pasar por transgredir el Statu quo para llegar al terreno de la efectividad; cosa en la que por cierto fue especialista Jobs.
Quizás el mejor ejemplo que se nos ocurre, relacionado con nuestra industria dedicada a la fabricación de etiquetas autoadhesivas, sea la transgresión de las barreras clásicas de tiempos tan convulsos, como el factor precio o la Inteligencia Artificial, para buscar resultados verdaderamente efectivos que aporten a la productividad de la empresa:
- Eficacia: qué hacer
Empezando por la eficacia de hacer las cosas correctas, aquello necesario para lograr los objetivos propuestos: producir las etiquetas adhesivas de los productos que vende la empresa. - Eficiencia: cómo hacerlo
Continuando con la eficiencia de buscar siempre la mejor relación entre recursos y resultados. Todo basado en el modelo para la mejora de la eficiencia al que se refería Drucker (personas, procesos y clientes): producir esas etiquetas adhesivas, a través de flujos rápidos, efectivos y continuos de actividades que le añadan valor al producto que recibirá el cliente; mediante procesos eficientes, cuyo desarrollo y calidad sean siempre analizados. - Efectividad: qué y cómo hacerlo correctamente
Hasta llegar a la efectividad de hacer bien las cosas correctas o, lo que es lo mismo, que las tareas se lleven a cabo de manera eficiente y eficaz: producir las etiquetas adhesivas que requieren los productos de la empresa, a través procesos eficientes que le añadan valor a lo que recibirá el cliente final, con el nivel óptimo de calidad en el resultado, que nos permita desarrollar una relación a largo plazo con todas las partes responsables del proceso.
La clave del trabajo del conocimiento es la mejora de la efectividad y, cómo hemos visto, solo quien asegura la calidad puede ser efectivo. Sin embargo, aún en 2022, cuesta mucho ir más allá del ahorro en recursos económicos o de los procesos que dictan las Inteligencias Artificiales de la automatización de los negocios. ¡Cuánto cuesta conseguir relaciones más reales, de personas, procesos y clientes basadas en la calidad!
De allí nuestra vocación en Karpay al verdadero trabajo en equipo, a las soluciones realmente efectivas que establezcan relaciones a largo plazo y sellen un compromiso con la sostenibilidad.
No debemos olvidar que la eficiencia y la eficacia son indicadores parciales; la primera se ocupa de hacer algo de la mejor manera posible en cuanto al uso de recursos, mientras que la segunda busca perfeccionar la manera en la que se hace, sin cuestionarse las cosas que se hacen. Limitarse a ese enfoque puede llevar a procesos innecesarios: ¨No hay nada más inútil que hacer de forma muy eficiente aquello que no debería hacerse en absoluto¨ Peter Drucker.