Sostenibilidad, ecología, reciclabilidad, ¿Qué ocurre cuando escuchamos estos conceptos?, ¿a qué asociamos estos términos?, ¿a ser mejores?, ¿a ser más limpios?, ¿a ser más honestos con el entorno?, ¿cuidamos así más el Planeta? Pero…¿cómo? – Seguro te interesará este análisis de sostenibilidad con todas sus letras.
¿Conocemos realmente de qué nos hablan en los medios cuando se refieren a que el packaging debe ser más sostenible o ecológico?, nos bombardean con este tipo de informaciones y nos hablan hasta la saciedad sobre productos orgánicos. Ahora todo esto está muy de moda, parece que eres más digno cuanto más hablas o comentas sobre este tipo de cosas.
Al momento de escribir este artículo hemos puesto en el buscador GOOGLE la siguiente pregunta “qué es un producto orgánico”, la respuesta ha sido la siguiente:
«Se denomina alimento orgánico, alimento ecológico, o alimento biológico al producto agrícola o agroindustrial que se produce bajo un conjunto de procedimientos denominados «ecológicos». En general, los métodos ecológicos evitan el uso de productos sintéticos, como pesticidas, herbicidas y fertilizantes artificiales».
¡Vaya sorpresa, nunca lo hubiéramos imaginado! Es decir, que un producto orgánico es un producto ecológico o biológico, lo que a su vez quiere decir que se produce como antiguamente hacían nuestros abuelos en las huertas de nuestros pueblos, en nuestros campos ¿Y por eso cuesta más y tiene una denominación tan brillante y notoria?, ¡Que cosas tiene el Ser Humano!
El análisis de la sostenibilidad que nos venden al alcance de nuestras manos
Al ir al súper y comprar productos orgánicos de este tipo, solemos mantener la idea de que conservarán su olor tan peculiar, tan maravilloso y, sin lugar a dudas, su sabor dulce y característico. Cuando la realidad es que compramos en el mismo lineal la misma fruta que, aunque es “no ecológica”, su olor y sabor son los mismos.
Además, no sé si os habéis percatado, pero el producto orgánico suele venir envasado en una bonita bolsa de plástico, muy colorida y anunciando el estupendo producto que contiene. ¡PRODUCTO ECOLÓGICO metido en una bolsa de plástico!, ahí lo dejamos.
¿Qué es lo que nos están contando y cuál es la realidad de todo esto?
Existe una gran falta de conocimiento, información y cultura sobre todo este tipo de cuestiones relacionadas con la sostenibilidad. Igualmente, hay un porcentaje grande de la población que no está por este tipo de cosas.
Cuéntale a las personas mayores, con pensiones que rondan los 1.000 €, que reparen en la selección y compra de productos más ecológicos, pero ponles al lado la oferta, o a personas jóvenes, con salarios parecidos, que sean más responsables con el medio ambiente e igualmente les pones al lado la oferta.
Finalmente, el consumidor parece que tiene que saber de todo e igualmente parece que, si no consumimos productos de este tipo, tenemos la culpa de que el Planeta se vaya a pique; pues no es así…
Cansados de escuchar las típicas frases “hay que tomar conciencia¨ o ¨hay que ser más conscientes”, habría que preguntar a los fabricantes qué tienen que decir sobre esto.
El eslabón ¨débil¨ de la sostenibilidad
Las grandes multinacionales, fabricantes, productores y corporaciones comerciales son las que están marcando el paso y a nosotros (los consumidores) no nos queda otro remedio que “tragar”.
Los cambios en los sistemas de producción y en los sistemas logísticos han llevado a estas empresas a un empaquetado del producto más cómodo, pero menos sostenible y saludable. Ahora nos preguntamos ¿en un intento de ser más competitivos y ofrecer unos mejores precios? No, más bien en un intento de tener mayores y mejores beneficios.
Desde este lado podemos decir que somos varias las personas, todas ciudadanos de a pie, que realízabamos nuestras compras en los supermercados del barrio, cadenas de reconocido nombre, y desde hace algún tiempo hemos dejado de comprar en esos centros para volver al pequeño comercio, en los que la fruta sabe y huele a fruta; en definitiva, a lo que es y en los que la carne puesta en una plancha no se cuece con el líquido que desprende.
Ah y no nos olvidemos de las bolsas de plástico, las iban a suprimir de los supermercados, no las han suprimido, sino que además las tienes que pagar, parece ser que pagándolas ya no contaminan…Repetimos ¡Qué cosas tiene el Ser Humano!
¡Por favor! Desde aquí hacemos un llamamiento: más información, información veraz, mejores productos, más calidad, mejores embalajes para contener el producto y, desde luego, etiquetas más grandes que permitan leer al consumidor sobre su procedencia, forma de producción e ingredientes, así como recomendaciones y advertencias sobre algunos de los ingredientes. Y, por favor, que se puedan leer.
Recuerda que puedes contactarnos para la fabricación de etiquetas adhesivas que sí se lean.