¿Por qué será que a septiembre no lo recibimos con la misma alegría con la que le damos la bienvenida a julio? (no solo por los memes de ¨Llegó julio¨ que ya son un clásico anual), ¿y qué decir de agosto?…Septiembre es como esa puesta de sol de verano que nadie quiere ver (excepto por la gente que prefiere irse de vacaciones en septiembre; que la hay y es esa que se viene arriba justo cuando la mayoría regresamos algo espesos, por decir lo menos). ¿Existe manera de decirle NO al síndrome postvacacional?…Que siempre llega, hasta a los ¨visionarios¨ que cogen vacaciones en septiembre les espera octubre.

Aunque estemos en el final del verano, empecemos por donde se debe empezar todo: el principio. ¿Qué es eso del síndrome postvacacional y cómo saber si lo estoy experimentando?

Los expertos describen este síndrome como una «depresión postvacacional» que viene delimitada por una reactividad psicológica, caracterizada por hastío, cansancio, desencanto, inhibición, anhedonia, tristeza, malestar general, ansiedad y fobia social, entre otros.

¡Vaya! Que dicho así cualquiera preferiría regresar el tiempo atrás y no hacer nada más que tumbarse a la orilla de la playa. Pero no tienes que reunir todos los síntomas que tan bien describen los expertos para sufrir del bajón postvacacional, con que sientas un par como fatiga o apatía ya tienes.

 ¿Y por qué surge todo esto? Básicamente se trata de un problema de readaptación. Hay que aceptarlo: qué fácil es adaptarse a los horarios relajados y la ausencia de obligaciones, pero qué difícil se nos hace retomar la rutina, la vuelta al trabajo, al cole para quienes tenemos peques en casa, los horarios de oficina y esa lista de cosas pendientes que, de buenas a primeras, nos pueden resultar interminables.

Ya tenemos el diagnóstico, pero ahora ¿existe cura? (Aquí empieza la parte del panorama que es un poco más alentadora porque sí que hay cura y te vamos a  hablar de ella; la primera y más importante pista es la voluntad).

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6 consejos para vencer el síndrome postvacacional

  1. Regresar a casa unos días antes de que finalicen las vacaciones permitirá que nos adaptemos poco a poco a la rutina antes de incorporarnos al trabajo.
  2. Regular los horarios habituales progresivamente, como despertar, las horas de comida, de ejercicio o de sueño, dará lugar a un período de adaptación sano.
  3. Organizar la agenda laboral priorizando las tareas inmediatas es clave para retomar las obligaciones y evita el agobio innecesario.
  4. Establecer  objetivos realistas es la mejor manera de no sobrecargar nuestra vuelta a la rutina laboral.
  5. Planificar actividades de ocio (porque no todo es trabajo) nos ayuda a mantener la motivación y mejorar nuestro rendimiento.
  6. Mantener una buena actitud y disfrutar de los momentos libres son quizás de las prácticas más importantes de esta lista de consejos; después de todo, descansar y disfrutar de lo que nos gusta es siempre nuestro mayor incentivo.

Bien dicen que con paciencia todo se logra y si le sumamos voluntad, no habrá síndrome postvacacional que pueda con nosotros, así que septiembre ¡aquí estamos! En Karpay con las baterías recargadas para ofrecerte asesoría y soluciones en la fabricación de las etiquetas adhesivas de tus productos.

Y, si te has quedado con ganas de saber más acerca del tema, puedes leer también nuestro artículo La productividad como beneficio de las vacaciones.